Esta semana llega a Camisetas Arlequinadas una prenda que formó recientemente parte de la colección. Una pieza que bien vale mantenerla en un lugar preferencial de la compilación. Antes, agradecer la colaboración de Enric Barrull, presidente de la entidad, por hacer posible que hoy tengamos en marcha esta publicación.
Os
hablaré del C.F. Matadepera, Un club fundado en un pequeño pueblo
de unos 530 habitantes que a principios de siglo tenían como
distracción un deporte de pelota que se practicaba con la mano
frente una pared, podríamos entender que era un estilo de pelota
mano o lo que hoy entendemos como frontón. Fue ya entrada la primera
quincena del siglo pasado cuando según he podido recoger de los
archivos del club. Se llevó la primera pelota de fútbol
practicando el balón pie en las zonas abiertas como la era de Cal
Vicenç, justo a tocar de la riera.
Pasados
unos años y ya con una práctica más concurrida entre los jóvenes
de la población en el año 1922 se fundó El FC Matadepera. Se pasó
de jugar en campo abierto a hacerlo en un terreno de juego que
cumplía con los requisitos para la práctica del futbol, se
trasladarían temporalmente a un terreno de juego situado próximo a
donde en la actualidad entrenan y disfrutan de sus partidos como
local.
Las
enormes dificultades de la época obligaron a auto gestionarse como
club, adquiriendo el material y las equipaciones de juego financiados
íntegramente por el club. Que llegó a federarse en el 1928. Los
primeros conjuntos que se vistieron en Matadepera eran a rayas
verticales azules y rojas similares al FC Barcelona.
Con
la entidad en marcha comenzaron los traslados de terreno de juego, la
urbanización de los terrenos obligó al club a parase por varias
ubicaciones. Una de las más conocidas y estimadas por los mayores de
la población fue “el de la Serradora”. Campo de futbol que
volvía a trasladar al club al otro lado de la riera, ahora en la
parte norte de la población en los terrenos de cultivo de “Xumeco”,
próximos a Casa Solà. Fue en este terreno de juego donde se comenzó
a saborear el ambiente de futbol las tardes de los domingos. Los
partidos se disputaban generalmente contra equipos formados por
veraneantes, donde la rivalidad llegaba a niveles bastante serios.
A
principios de los 50 un nuevo cambio de ubicación dado por la
urbanización de los terrenos en los que se jugaba hasta entonces,
obligaba al club a tener que realizar un nuevo esfuerzo. Trabajo que
tuvieron que desempeñar los mismos integrantes de la plantilla con
el fin de adecuar, herramientas de campo en mano y la ayuda de “el
Peret de Can Arnella”, uno terrenos vírgenes, para la práctica
del fútbol. Volvían a cambiar de lado en la riera En esta ocasión
se jugó tan solo durante cinco temporadas, tras las cuales se vieron
obligados a cesar la actividad deportiva.
Llegando
a mediados de la década de los 50 un nuevo impulso conseguía
reavivar al club, eso si, acompañado por un nuevo traslado de campo
de juego. Para esta ocasión los terrenos donde ubicarlo no se
encontraría ni a la derecha ni a la izquierda de la riera. El nuevo
campo se situaría en la misma riera. Justo al lado del puente de
Sant Jordi. Un terreno de juego al que bautizaron como “el camp de
la nevera” por estar situado junto a una nave donde se vendía
hielo para las neveras de casa. Pero no queda ahí el anecdotario.
Un poste de la línea de teléfonos ubicado en el mismo centro de
terreno de juego presidía los primeros encuentros que allí se
celebraron. Una noche, al parecer, un grupo de jóvenes del pueblo
dieron cuenta de aquel curioso obstáculo para la correcta práctica
del fútbol.
No
tardaron en sufrir de nuevo otro varapalo en Matadepera, en este
caso la terrible riada del 62 que afectó a prácticamente todo el
Vallés. Dejó asolado el terreno de juego, convirtiéndolo en un
lodazal impracticable. Tras reponerse la población al desastre
general, se volvió a re ubicar el terreno de juego, gracias a la
donación del espacio por la Sra. Vda Solà. Justo a tocar de la
riera.
Se
consiguió por lo tanto disponer de un campo de fútbol, “el camp
de sauló” y el empuje necesario para constituir y reanimar el
deporte rey en la población con la oficialización del C.F.
Matadepera. (Se cambió el escudo y el orden de CF por FC). Desde
entonces muchas directivas han pasado por sus instalaciones.
Dependencias que se vieron afectadas, esta vez en menor medida por
otra riada. No llegando a interrumpir su dinámica de club. Tras
alguna que otra desavenencia con la federación catalana de fútbol
que les llevaron a participar en competiciones privadas, llegando a
se campeones de las mismas. En el año 1981 consiguen participar en
competición regional tras adecuar sus instalaciones a la normativa
permaneciendo una larga etapa que se trunca a finales de los 80.
Otra
nueva reactivación del club viene de la mano de un proyecto de
futbol base en el que poco a poco se van cubriendo todas las
categorías, allá por el año 96 se crean las primeras plantillas
de infantiles y juveniles . Según vamos entrando en el nuevo siglo,
el volumen de equipos crece y con ellos los jugadores que desde el
año 2011 entrenan en las instalaciones municipales de césped
artificial en l´Avda Mas Sot. Actualmente ya son más de 300
jugadores en el C.F. Matadepera.
Esta
es la historia de u club que ha sufrido todo tipo de percances que
les obligaba a reinventarse una y otra vez. Igual sucedió con las
equipaciones, según datos recogidos y antes indicados, en los
inicios se optó por la camiseta a rallas verticales blaugranas.
Otras informaciones apuntan a que en los inicios las camisetas
obedecían a los colores blanco y rojo de la bandera de la localidad.
Pasando más tarde al arlequinado en los mismo colores, para terminar
con el arlequinado blaugrana por el que actualmente es conocido el
club, pese al haberse obligado a cambiar de nuevo por el color azul
con motivos rojos, debido a los altos costes de los diseños
personalizados.
Vamos
a la camiseta.
Os
presento una joyita. A primera vista ya denota que la camiseta
pertenece a etapas comprendidas anteriores a los años 70 en
adelante. En el escudo reza FC Matadepera, que difiere al actual “CF”
que se adquirió con la modificación del escudo y la ultima puesta
en marcha federativa del club.
El
arlequinado, sencillo y unido al centro, sitúa el color azul oscuro
en el cuadro superior izquierdo, tal y como se pueden encontrar en
sus escudos. El de la camiseta, corresponde a la etapa anterior al
que lucen en la actualidad las camisetas del CF Matadepera. Un
escudo que incorpora el arlequinado coronado por una franja en negro
donde se lee el nombre de la entidad, sobre esta franja sobre un
fondo verde se encuentra una pelota, símbolo del deporte que se
practica en la entidad. Para el cuadro opuesto el color rojo subido,
llegando al granate le dan personalidad a esta preciosidad.
Para
las mangas, largas en nuestra camiseta se alternan en color al
cuadro contiguo. Para el cuello también este diseño juega con la
combinación de colores.
En
la trasera se conservan los cuadros. El dorsal en blanco resalta
haciéndolo visible desde cualquier parte del terreno de juego. Para
la parte trasera del cuello una leyenda que me despistó en cuanto
puse atención en ella. “C.D. Matadepera”, aquí es cuando ya
pierdo la pista sobre esta reseña… tocará investigar.
Hoy podemos encontrar un club que en la actualidad, que pese a sufrir de todo tipo de dificultades, goza a día de hoy de una enorme salud, formando a niños de la población, combinado un aprendizaje técnico deportivo y saludable de calidad que opta por formar personas a la vez que jugadores de fútbol. Desde estas líneas dar las gracias al club y sus empleados y en especial a su presidente Enric Barrull por la dedicación la información y el hacer posible que esta camiseta pertenezca a la colección.
Info. facilitada por el CF Matadepera.
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