Volvemos con otra entrega más de camisetas Arlequinadas. Alcanzamos ya las 60 camisetas publicadas, 65 publicaciones si tenemos en cuenta las «curiosidades arlequinadas» que han ido apareciendo durante este tiempo.
Para el post de hoy contamos con una prenda que descubrí en acción, en un terreno de juego, justo el último partido pre-Covid de la temporada 19-20. En aquel mismo momento conversé con un representante del club presentándoles este «proyecto». Hace tan solo unas semanas, volví a contactar con el club, con su gente, con los que he compartido historia, vivencias y su camiseta arlequinada. Camiseta que cedieron a la colección, por lo que desde aquí les muestro el agradecimiento.
Hablemos de la Unió Esportiva Calaf.
Un club que pese a estar datada su fundación en el año 1945, diversas informaciones apuntan que el fútbol en Calaf se remonta a principios de los años 20. Toda esta información y la que a continuación se aporta surge del archivo histórico de Calaf. Para ser más exactos, de voz de una persona que ha estado ligada durante varios años a ese archivo, recopilando y ordenando datos, referencias de Calaf y la comarca de «l’Alta Segarra». Jaume Mas, profesor de historia, tiene gran parte de culpa de que la crónica del fútbol en Calaf llegue hasta nuestra publicación.
Volvamos a los años 20, pues es entonces cuando se toman referencias sobre los inicios de este deporte en la “vila”, inducido al parecer por un seminarista. Existen alusiones registradas que tratan sobre la disputa de varios partidos de aficionados el agosto del 1922, en el marco de las fiestas locales. Son estas las primeras informaciones encontradas sobre el equipo que por aquellos entonces se denominaba Fútbol Club Calaf. Otra referencia, de lo más curiosa, es la celebración de una corrida de toros un par de años más tarde en el campo de fútbol o “camp d’esports”. Este terreno de juego, el camp del “Capellà de la Torra”, bien podría ubicarse en los aledaños de lo que es actualmente el instituto en la actual población. Ya tenemos un club de fútbol y su terreno de juego… sigamos aportando datos.
La siguiente reseña aparece ya Inmersos en la década de los 30, cuando descubrimos el nombre de F.C. Deportiu Calaf. Aumenta el número de encuentros de fútbol, al contar con una sede social, permitiendo potenciar este deporte entre los jóvenes de la población, hasta sufrir el duro varapalo que fue el inicio de la guerra civil española. Revés para la sociedad en general, también en la práctica del fútbol dejando serias secuelas como la desaparición en el 1940 del que fue durante varios años el campo de juego de la población, tras resolverse un litigio entre el ayuntamiento y la propietaria de los terrenos a los que pertenecía.
Las dificultades de las épocas, tanto económicas como sociales, provocaron que durante unos años no hubiera terreno de juego concreto. Impasse que terminó con la construcción de unas nuevas instalaciones ubicadas en los terrenos donde se encontraba el colegio de las hermanas Dominicas. Conocido localmente como el “Tros de la Pallissa” y donde se dio forma, con carácter oficial, un 23 de agosto del 1945, al club del que hoy hablamos.
La etapa que justo comenzaba, reforzaba la cultura futbolística de la población, llegándose a celebrar un gran número de partidos y eventos bajo la manija de la junta directiva presidida por Ramón Serra Molins. El siguiente reto alcanzado fue la inscripción federativa del club en el año 47.
A todos los efectos una realidad, el Club Deportivo Calaf competiría a nivel territorial consiguiendo dos temporadas más tarde, alzarse con el campeonato de Catalunya de aficionados, temporada 47-48, disputando y cayendo fase de promoción frente al equipo de aficionados del RCD Espanyol. El ascenso de categoría, a la segunda regional, llegaría en la 50-51, al quedar segundo en la fase regular tras el equipo de aficionados del FC Barcelona.
El auge de estos primeros años se vio desvanecer durante la década de los 50. La desaparición de la segunda regional y la dura crisis social, hizo mella en el club llevándolo a la práctica desaparición en el año 1957. Entonces dejó de estar adscrito a la federación catalana de fútbol.
Un año más tarde y de nuevo en plena celebración de las fiestas locales, se anunciaba la nueva formación de un club de fútbol. La Unión Deportiva Calaf, (denominación castellanizada, debido a la situación política del país), volvía a la competición en el torneo primavera del 1959. Disputando sus partidos como locales en el campo de fútbol de los terrenos del “Tros de la Pallissa”. Campo que desaparecería unos años más tarde, al no llegarse a un acuerdo entre el ayuntamiento y los propietarios de las tierras donde se ubicaba. No tardaría mucho en construirse el que es actualmente el campo de juego de la UE Calaf. El camp de les Garrigues, inaugurado en el 1973 por Joan Antoni Samarach, una vez acondicionada la obra inicial.
Nos desviaremos de la historia para tratar un aspecto social de la comarca.
Por todos es conocida la industria minera de la zona de “L’alta Segarra”. Muchos eran los jóvenes de la zona e incluso foráneos que convalidaban el servicio militar con trabajos en las minas. Alguno de estos jóvenes “trabajadores”, alternaban a su vez sus obligaciones con la práctica del fútbol. En el recuerdo de los mayores y no tan mayores, queda algo difuminado, el paso por las diferentes alienaciones de aquella época, algún que otro joven jugador de renombre, por aquel entonces o a posteriori, en el fútbol nacional. Quizás escarbando alguna sorpresa nos llevaríamos...
Un ascenso a la segunda división catalana, daba la bienvenida a la década de los 80’s. Años distraídos, como distraída fue la competición para la ya Unió Esportiva Calaf, pues descendería al año siguiente. Durante las siguientes campañas se sucederían buenas temporadas con alguna que otra no tan exitosa. Volvieron a saborear las mieles del ascenso en la temporada 91-92 para luego sufrir un descenso a la tercera regional el año 97. Situación que acabó agravándose a finales de década quedando por una temporada el club Calafí sin representación en el fútbol amateur. Escenario que no tardó en revertirse, volviendo a la competición un año más tarde, potenciando el futbol base, respaldados por las mejoras en las instalaciones de “Les Garrigues” que continuaban modernizándose, primeramente con la construcción de una gradería y en el 2007 con la colocación del césped sintético.
En la actualidad la UE Calaf cuenta con buena salud, compitiendo el primer equipo en la segunda categoría del futbol regional, nutriéndose de una buena base formada por un filial en 4ª catalana y una estructura donde todas las categorías tienen representación. Así como el fútbol femenino, el cual también tiene su merecido hueco en la estructura del club.
Buen repaso a la historia del club, ahora nos toca repasar la camiseta.
Camiseta que a día de hoy es arlequinada, pero a lo largo de la historia del club ha sufrido diversas variaciones.
Inicios en los que el azul predominaba en la equipación, dejando el blanco para los pantalones. Esta combinación de colores ha sido siempre la que ha representado al Calaf. Durante los años 30, podemos ver equipaciones a rayas verticales. Fotos de la fundación oficial nos devuelven el color liso azul. Fue en torno a los años 60-70 cuando la influencia Arlequinada llegó de manos del presidente que por entonces dirigía la entidad. Pocos datos podemos aportar sobre esta teoría, un apodo o sobrenombre nos podría ayudar… “el cisteller”. En la actualidad se ha combinado el color azul utilizando varios tonos construyendo el arlequinado que ha provocado que esta camiseta forme parte de esta colección.
Dos tonos en azul se combinan en un diseño del sponsor técnico Elements. La definición de los cuadros queda latente mediante líneas claramente definidas. Es en el interior de los mismos donde se juega mediante la incorporación de un degradado a cuadros que parten de una diagonal central que cruza la camiseta de arriba abajo. Para los cuadros por donde esta línea no cruza, se incorpora el efecto degradado en la zona que queda más alejada del centro.
Azul oscuro para la zona superior izquierda, donde el escudo de la entidad resalta gracias a una franja blanca. Incorpora el blasón de la localidad, insertado en un óvalo azul acompañado en su interior por el nombre de la entidad y perfilado por una leve franja amarilla. Para el cuadro de la derecha, del mismo color por cierto que el fondo del escudo del club, resalta el logo de la marca deportiva junto al degradado que anteriormente describíamos. Las mangas alternan el tono de azul respecto al arlequinado contiguo. Estas incorporan el nombre de la entidad en blanco para ser rematadas con el mismo efecto degradado que podemos ver en la parte delantera de la camiseta.
Si nos vamos a la parte posterior, los tonos de los cuadros cambian de posición, igual lo hace la diagonal que en este caso va desde la parte superior derecha hasta la contraria en la inferior. Zona donde volvemos a leer el nombre de U. E. Calaf. La senyera cae del cuello alternando la combinación del blanco y las tonalidades azules que dominan la prenda. No es nuestro caso, pero el dorsal de juego también lo es en color blanco.
Una prenda arlequinada que podría pasar desapercibida para algún que otro aficionado al fútbol. Para quien no pasará desapercibida, es para esta colección de camisetas arlequinadas y para toda la parroquia Calafí a la cual deseo que hayan disfrutado de esta su historia y camiseta. “Som del Calaf, visca el Calaf!'
*fotos arxiu històric de Calaf / redes de la U.E. Calaf
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